viernes, 4 de octubre de 2013

Para los lectores

A ver muchachos les ayudo, me gusta por escrito como para tener hechos concretos. La historia no es la de mi papá, la historia es la de una rehén a través de frecuencias de radio, amarrada virtualmente en su propia casa, con sus captores, terroristas radioaficionados de voz metálica, como por entre un megáfono, de dudoso origen. Quienes son los hablantes? Yo publiqué mi hoja de vida, qué quieren que les diga? Soy un narrador omnisciente? Ni por el putas, no veo un culo. Y entonces me presento, ah, ustedes son traficantes? Yo también aunque no lo crea . . . 

La historia no tiene lenguaje rebuscado, estaba urgida de eficacia en el lenguaje, era mi vida en juego. Está contada en tiempo real, como un diario, con fecha de lo que iba ocurriendo con los malosos. Hay ingenuidad? Probablemente. Sin embargo lo puse todo por escrito, ellos creen que hablan dormidos. Y esta hijueputa vieja cómo supo que eso era lo que estaba pensando? Bruja? No sé, pero les pegué en el sueño.

Por lo demás, y ésto sí es academicismo, hacía mi tarea de Joyce. Ustedes juzgarán cuanto aprendí. No queda sino decir que por favor SUEÑEN CON CUIDADO QUE EN EL ENTRETANTO HAY UN POCO DE MALEANTES HACIENDO LO MISMO.